parto sin dolor

¿Cómo tener un parto sin dolor? Consejos y técnicas que mejor funcionan

Pero, ¿se puede parir sin dolor? ¿es una utopía? ¿Mentira? ¿verdad? Injusto para otras madres que ya han parido y no lo han disfrutado. Yo, como matrón, solo puedo acercarte mi experiencia profesional en acompañamientos y trasladar experiencias de otras mujeres. Te dejo una historia para que leas de primera mano:

“Quería compartir mi experiencia para decirte gracias, gracias. Tuve un parto magnífico y ahora un niño precioso. Sé que todo hubiera sido diferente si no hubiera participado en tu curso.
Di a luz en Italia donde desafortunadamente todo el proceso de parto está muy medicalizado, parir es una emergencia y el miedo es parte de ello. Me ofrecieron millones de veces durante el último mes de embarazo una cesárea porque ellos podían ver que estaba aterrorizada y este momento era muy importante para mí… Tenía miedo desde el día que me enteré que estaba embarazada ya que durante toda mi vida he escuchado la traumática historia de mi madre y mis tres hermanas, partos largos y dolorosos. Como soy la más joven de mi familia tenía asumido que iba a ocurrir exactamente lo mismo. Cuando sentí la primera contracción, creo que todo el trabajo de relajación que hice durante el embarazo comenzó a notarse, mi instinto se apoderó de mí y sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Seguí haciendo mis cosas, puse lavadoras, fuí a ver a mi sobrina nadar e incluso tenía cita con la esteticien a las 8 de la tarde (y tuve al bebé a las 2:30am por cierto) seguí caminando y moviéndome. 
No quería ir al hospital ya que las contracciones no eran tan fuertes y quería estar en casa el mayor de tiempo posible pero mi hermana insistió ya que venían cada 2-3 minutos. Se me olvidó decir que tenía la cita para la inducción al día siguiente pero la naturaleza se encargó de todo.
Ya que mi hermana (que tiene 3 hijos) estaba tan insistente para que fuera al hospital, acepté y fuimos. Tuve a mi bebé 2 horas después, con 2 horas de parto que fue virtualmente sin dolor y muy natural, no me pusieron ni pedí ningún calmante.
Realmente quería darte las gracias y pasar a otras madres lo que la relajación hizo por mí” Ilaría, Milán (2016)

Ilaría vivió un parto virtualmente sin dolor. Eso realmente no sé qué significa. Mi interpretación es que su trabajo y capacidad de gestionar mentalmente la situación durante el embarazo le hizo disfrutar el proceso desde la calma, con un dolor soportable y sobre todo capaz de enfrentarse a él desde una perspectiva distinta. Un cambio de visión, donde acompañó con recursos físicos y mentales ese dolor sin miedo ni preocupación. Por eso, desde mi observación no diría que el parto no le duele a la mayoría de mujeres, pero sí que el proceso puede ser muy satisfactorio según la preparación física y mental que lleves a cabo durante tu proceso. También comprender el dolor fisiológico del parto como un momento único y un dolor único que solo se vive en ese momento y separarlo de cualquier tipo de dolor que puedes vivir en cualquier otro proceso distinto de tu vida. Más preparación, más positividad, más ilusión, más ganas y menos películas o historias de horribles acompañamientos y/o preparaciones que sólo te separan de tu camino de tranquilidad, alegría y calma. Sí, también puede ir todo bien y que puedas vivirlo desde ahí, si es lo que tú quieres. Pero, también quiero ser honesto y sincero, por eso siempre recomiendo trabajar los miedos y preocupaciones y no dejar a fluir ese día sin preparación previa, sobre todo si hay cosas que pueden aparecer en el camino para quedarse como un obstáculo que no te deje ser. Fluir es importante en el proceso, pero tienes que ser capaz de hacerlo. Habrá personas que de manera innata fluyan porque lo tienen interiorizado y otras, como yo, más controladoras que necesitamos más trabajo, más tranquilidad, más calma, más conexión, menos control y más fluir. Por eso, me aporta calma y tranquilidad a mi vida las formaciones que hago y he preparado, porque funcionan para mi mente en otros procesos, a nivel familiar, social y profesional. También, he visto las transformaciones de muchas mujeres en el aumento de su autoconfianza, autoestima y poder. Por ello creo.

¿Y qué puedes hacer para vivir el proceso más tranquilo?

1.     Practicar relajaciones durante el embarazo

Practicar la relajación puede realizarse de distintas maneras y entre todas ellas conseguirás gran impacto y efectividad a largo plazo. Habrá días en los que la realizarás con más tiempo y preparación previa. Otros días puede que directamente te lances a practicar tu propia meditación rápida para bajar tu actividad y energía.

Aunque las dinámicas sean distintas, la recomendación es que poco a poco vayas creando un ritual propio de práctica. Sobre todo, que vayas encontrando todo lo que funcione para ti porque ya sabes que las necesidades, deseos e inquietudes son para cada persona individuales.

2.     Buscar todas las opciones de recursos no farmacológicos existentes y que encajan contigo, que están disponibles con tus matronas de parto en casa o durante la existencia hospitalaria.

Entre ellos la libertad de movimientos, el uso de la pelota fitball, técnicas de respiración, masaje sacro-lumbar, inyecciones de agua estéril, reflexología, aromaterapia, hidroterapia, digitopuntura y acupuntura entre otras.

Te recomiendo mi curso gratuito de gestión del dolor al que puedes acceder a través de mi web. En él y junto con el curso de Nacer en Grande hipnoparto tendrás todos los recursos y herramientas necesarias para poder vivir el embarazo, nacimiento y puerperio según tus preferencias y necesidades.

3.     La elección de tu acompañante. Tu acompañante tiene un papel principal de sostén y es necesario que se prepare para cada una de las etapas de la misma forma que tú para que sepa realmente los posibles cambios en tus necesidades y deseos. Su preparación es también tu éxito y tu satisfacción.

Habrá muchas acciones y cuidados que se sigan realizando de la misma forma que durante la fase de pródromos o dilatación. Y por eso su papel cambiará en lo que te brinda según los cambios que sucedan en ti, teniendo como base protegerte y crearte el mejor entorno.

El único extra durante el nacimiento del bebé es defender tus derechos en el ámbito hospitalario, pues es la persona que mejor conoce tus deseos y preferencias sobre el proceso que estás viviendo y tú es posible que necesites estar tranquila, relajada y sin activar tu parte consciente. Si la preparación durante el embarazo y tu elaboración del documento con tus preferencias de parto entregado al hospital lo has realizado con tu acompañante, es entonces la persona que mejor sabe todo lo que quieres porque ya está́ reflexionado y explicado con detalle. Él/ella sabrá todo, y si hay algo que durante el proceso tú necesitas o quieres modificar, puedes realizarlo de manera verbal, clara y tranquila hacia tu persona de apoyo.

Además, podéis organizar juntos todas las modificaciones que se pueden realizar u objetos que vais a traer al hospital para crear el entorno perfecto para ti. Recuerda que el acompañante es quien organiza todo lo que tú necesitas y quien dirige el proceso de manera consciente. Por eso, planifica con él/ella todo lo que consideres. Incluso podéis desarrollar un lenguaje simbólico en secreto que os proporcione la información y el entendimiento que necesitáis durante el proceso y que únicamente entre vosotros entendáis.

Hay muchas cosas que reflexionar, buscar, formarte para establecer todo lo necesario para tu cuidado según tus preferencias y deseos el día del nacimiento de tu bebé. Sólo tú, con tu esfuerzo y trabajo podrás acercarte lo máximo posible a tu parto deseado. 

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