Para vivir un proceso natural es necesario pensar sobre el parto, trabajar las emociones, los miedos y preocupaciones que puedan haber en lo más profundo de ti y que puedan provocar que no te relajes lo suficiente para que el proceso natural y fisiológico progrese de manera sencilla. Simplemente porque el entorno hospitalario está contaminado del recurso por excelencia: la epidural. Todo está organizado en torno a ella y es por eso, que debes más que prepararte para un parto natural, prepararte para rechazarla, quizás más de una vez, desafortunadamente.
Hemos perdido la conexión con lo natural, con lo que la naturaleza nos brinda, ya no sabemos escuchar, no nos conocemos a nosotros mismos, no nos escuchamos, no nos dejamos guiar por nuestra intuición, la hemos apagado poco a poco. por ello, debemos reconectar, leer, pensar y reflexionar. a día de hoy creo que esto se puede conseguir primero con un interés en buscar esa manera de volver a conectar con nosotras mismas y con información veraz. La información es poder, control y seguridad. tener la información que necesitamos sobre nuestro proceso de embarazo, parto, puerperio, crianza…, nos hace situarnos en el momento, nos hace decidir qué y qué no queremos, y nos ayuda a poder tomar una decisión.
¿Es factible no ponerse la epidural?
Factible es y posible también. Pero es algo que debes de decidir tú durante el proceso de embarazo y también actuar de cierta manera para que así suceda. ¿Qué puedes hacer?
– Gestión mental: trabajar la mente es importante para mantener tu poder y capacidad en niveles altos. Eres capaz, no tengo dudas y no solo habla mi positivismo (que lo tengo), habla mi experiencia diaria. Observo a muchas mamás más que capaces de hacerlo continuamente. No tengo dudas. Pero sí que es cierto que siento una importancia muy alta en el acompañamiento, tanto de los sanitarios como de tu propio acompañante.
– Buscar opciones de alivio del dolor no farmacológicas: es indispensable buscar todas las opciones posibles de gestión del dolor para ir cambiando entre ellas y encontrar cuál de ellas se adecua a esas necesidades en ese presente. Las herramientas son necesarias conocerlas y ajustarlas en el proceso propio de nacimiento.
– Preparación del acompañante: eres capaz de parir sola, sin ayuda de nadie en la mayoría de ocasiones, pero si tu acompañante te conoce bien, conoce tus preferencias en este momento con respecto al nacimiento de tu bebé puede hacer que tu experiencia sea mucho mejor. Por ello, su preparación es también el éxito del proceso. Además, si decides en el entorno hospitalario no ponerte la epidural, que sea tu acompañante quién le diga a la matrona que no te ofrezcan la epidural a no ser que tú misma la pidas en el momento. Ofrecer la epidural continuamente no es más que ir en un camino distinto a tus propios deseos. Necesitas otro tipo de acompañamiento.
¿Qué ventajas existen del proceso natural sin epidural?
– Menor tiempo de parto en general incluyendo fases de dilatación y expulsivo
– Libertad de movimientos ya que el cuerpo va dictando y adaptando las posiciones necesarias entre la pelvis y el bebé disminuyendo así la probabilidad de un nacimiento instrumentado o cesárea intraparto.
– Mejora el proceso de adaptación mental al propio proceso de parir y a la llegada del bebé. Por ello, puede existe mejor vínculo de la diada madre-bebé.
– Mayor satisfacción con el proceso de parto y así puerperio inmediato.
– Menor probabilidad de depresión posparto.
Muchas gracias por tus palabras! Me estoy preparando para que mi segundo parto sea respetado, y tranquiliza, incluso ilusiona saber que es posible otro tipo de parto.
Gracias a ti por leer y saber que estas palabras pueden ayudarte a formar tus propias preferencias y deseos para esta gran llegada.