Es interesante que conozcas la pelvis, sus movimientos y el camino de salida del bebé para entender la importancia del movimiento en cada momento. No hay duda de que tu cuerpo sabe lo que hace, que tu pelvis sabe moverse durante el proceso y que es probable que tú vayas adoptando distintas posiciones buscando la comodidad, que es justo lo que necesitas hacer para que tu pelvis se vaya abriendo de manera que el bebé tenga el espacio que te va pidiendo y va necesitando. Desde luego, es una obra de ingeniería total. La pelvis materna es sabia, pero necesita movimiento durante el embarazo y también durante el parto para que pueda hacer su trabajo y el bebé pueda atravesarla tranquilamente.
La pelvis materna posee dos espacios: uno superior y otro inferior. Se llaman estrechos, dicen, pero ¿qué hay mejor que decir a una mujer que va a parir estrecha? Debemos cambiar las palabras que son negativas y proporcionan información negativa a nuestra mente. En este punto del libro ya sabes de esto. ¿Por qué no llamarlo espacios o, en su defecto, anchos? Os presento al ancho superior e inferior. Vamos a hacer la revolución del cambio con las palabras para cambiar la manera de sentir desde dentro.
Las partes de la pelvis son, por la parte delantera, la sínfisis del pubis, pubis e isquiones, el ilion y las crestas iliacas hacia arriba, y el sacro y coxis por la parte trasera. La pelvis tiene una movilidad maravillosa debido a las distintas articulaciones que tiene entre los diferentes huesos y que aumenta gracias a la hormona relaxina, que relaja y permite que los ligamentos se extiendan mucho más el día del parto. Esta hormona se encuentra elevada durante el embarazo, pero el día del parto hace su gran aparición en el show, y es gracias a ella que la pelvis puede ampliar sus espacios sin dificultad y cambiar su posición sin problema, de la manera en que necesitas y únicamente ese día. ¿No es esto espectacular e inteligente?
Por eso, olvidémonos de esas frases de «Es que eres de pelvis estrecha», y de las pelvimetrías que se utilizaban para medir la anchura de la pelvis a través de rayos X y así diagnosticar antes del parto si el bebé es capaz de nacer. Ahora ya sabes que la manera en que se mueve y actúa es única al día del parto, por lo que averiguar esto previamente es un error.
Tu cuerpo gestará un bebé que puede nacer, y si le echan la culpa a tu pelvis, es mejor que pienses si hay alguna malformación de ella debido a un accidente y si hay una malposición del bebé con respecto a tu pelvis, si hay inducción de parto y falta de movimiento, pujos dirigidos o impaciencia profesional.
Los movimientos en la pelvis provocan que los espacios se amplíen y se estrechen por su propio movimiento; entender esto te hará ser consciente de las posiciones que puedes adoptar para la fase de pródromos, dilatación y expulsivo. Ambos espacios no pueden estar amplios al mismo tiempo por sus movimientos antagonistas y eso provocará que los movimientos que debas realizar sean también opuestos.
Durante la fase de pródromos y dilatación, necesitarás mantener amplio el espacio superior lo máximo posible, y para que así sea, debes mantener separadas las rodillas mientras juntas los pies. Durante la fase de expulsivo tendrás que juntar las rodillas y separar los pies hasta que te sientas cómoda.
Para entender esto, te invito a realizar ahora un ejercicio de propiocepción. Siéntate en una silla dura y, al borde de ella, abre las manos y colócalas debajo de los isquiones (huesos del culo). Ahora separa las rodillas y junta los pies. Y ahora junta las rodillas y separa los pies. Haz estos movimientos varias veces con las manos debajo de los isquiones para así averiguar cómo se mueven.
Este ejercicio nos enseña que cada posición que mantengan los isquiones juntos es una posición para las primeras etapas de pródromos y dilatación, mientras que toda posición que separe los isquiones es positiva para la fase de expulsivo. Ahora que tienes estos conocimientos, ya puedes lanzarte a practicar posiciones para tu propio partosutra.
Además del cambio en los espacios con respecto a los isquiones, también se observan mejorados con el movimiento del sacro hacia atrás cuando la cabeza del bebé baja y le empuja hacia atrás.
¿Conocéis al rey Luis XIV de Francia? Creador de la posición de litotomía, donde la mujer, encontrándose en posición horizontal, eleva las piernas y reposa en un soporte (perneras) mientras se abren las piernas, cerrando así el espacio inferior. La posición de litotomía, aunque muy extendida para el expulsivo en la mayoría de hospitales del mundo, está contraindicada completamente por varias razones. La apertura de piernas forzada disminuye la amplitud del espacio inferior (los isquiones se acercan entre sí); el sacro está impactado en la cama, lo que impide su movilidad natural hacia atrás, mejorando así también la amplitud del espacio inferior, y, por último, lo incoherente que es no utilizar la gravedad de la Tierra con posiciones verticales.