La epidural es la herramienta más conocida y popular como elemento de alivio del dolor durante el proceso de parto. Por supuesto, será tu decisión llegar a ella o no. El objetivo de esta entrada es conocer todas las opciones disponibles, reflexionar sobre el proceso y planificar tus deseos. La planificación relaja, y este proceso se entiende así, cuando comprendes el funcionamiento de la mente subconsciente. Aún así, tener la información y todas las opciones disponibles. Aunque planifiques, deseas y establezcas tus preferencias, es coherente dejar una parte de ti abierta a otras opciones y fluir en el proceso según vayas sintiendo en ese momento.
No es un fracaso si decides no ponerte la epidural y al final terminas haciéndolo si es lo que tu deseas y necesitas en ese momento según tus circunstancias. Tampoco es un fracaso si lo deseas desde el principio y por otras circunstancias no puedes hacerlo. En este caso, te aconsejo desde el embarazo a prepararte de otra forma y no dejar todo tu camino a una única opción. Y, ¿si la epidural no funciona? ¿no te da tiempo a ponértela? O ¿no puedes? Trabaja todas las opciones y conoce todas las herramientas con el fin de mejorar la satisfacción propia que puedes vivir en este proceso de ilusión, alegría y vida.

¿Qué ventajas obtenemos de un parto natural?
Un parto natural significa un proceso libre de medicación. En el momento en el que se interviene con oxitocina sintética, epidural u otros, se denomina parto medicalizado. Pero, ¿por qué vivir un proceso natural y su dolor fisiológico cuando se puede evitar el dolor con una analgesia epidural?
Pues por las ventajas inherentes al proceso. La fisiología y el sentir de las contracciones y sensaciones aportan vínculo, apego y conexión con el bebé. Las hormonas hacen su trabajo en ello y con la liberación de endorfinas y oxitocina te acercan al gran regalo que tendrás como resultado al final del proceso de embarazo, con el nacimiento del bebé y tú como madre.
En un proceso natural hay una conexión y comunicación con tu cuerpo perfecta, que te hará moverte como necesitas. Esa manera de hablar contigo misma hará que las posiciones que adoptes, sin saberlo, serán las necesarias para que los diámetros de tu pelvis se modifiquen de esa manera óptima para que tu bebé pueda nacer. Entre ambxs hacéis un equipo y así os acompañáis trabajando juntxs, para que pueda salir de tu cuerpo.
Además, la oxitocina endógena liberada por tu cuerpo, perfecta para ti y para tu bebé, se autorregular para facilitar su llegada de una manera adecuada. No todas las mujeres liberan la misma cantidad de oxitocina ni al mismo tiempo. Por ello, tu cuerpo la adapta a ti, a tus necesidades y lo que tu bebé puede gestionar durante ese proceso de contracciones. De aquí que muchos bebés no soporten ni autogestionen las contracciones provocadas por medicación externa. Esto quiere decir que a todos los bebés les afecta por igual. NO, por supuesto que no, pero la probabilidad de que un bebé en un nacimiento inducido tenga mayor sufrimiento es mayor.
Para muchas mujeres, además, sentirse en el centro de sus cuidados, bien acompañadas y liderando su parto natural despierta en ellas una sensación de control, poder sobre el proceso fisiológico que les empodera para vivir un puerperio más positivo, más conectadas con el bebé y fluido. Quizás son sensaciones subjetivas, pero hay evidencia del vínculo de la oxitocina endógena a la relación madre-bebé. He escuchado muchas experiencias y he vivido puerperios distintos y está claro que la manera de nacer para el bebé y la madre tiene un impacto en las etapas posteriores.
¿Qué ventajas encontramos con la analgesia epidural?
La principal ventaja es el alivio del dolor. Comprendo los progresos, la ciencia y los progresos como humanidad. Desde hace muchos años, la humanidad tiene el objetivo de reducir o extinguir esa sensación en el proceso de parto, pero ahora que también tenemos estudios, sabemos la importancia de la fisiología y poder vivirlo desde esa perspectiva.
La epidural también ayuda a nivel emocional y psicológico a muchas madres que sienten que es su única opción. Está bien, no lo critico, pero como matrón y basándome en mis experiencias, debo ampliar la información sobre situaciones que pueden suceder. Hay muchas personas que no saben que puede no funcionar, que puede funcionar por partes y que la movilidad puede estar reducida. Sin interaccionar con el miedo de que eso ocurra, te aconsejo buscar información sobre otros métodos para no apostar al 100% en un solo método. En mi Taller de Gestión del Dolor, disponible en mi web, hablo con detalle de todas las herramientas no farmacológicas y farmacológicas disponibles.

¿Qué desventajas existe en el parto con epidural?
La principal desventaja es la movilidad. El objetivo de la epidural no es anestesiar sino proporcionar un alivio analgésico del dolor. ¿Qué ocurre en ocasiones? Pues que sí anestesia. Esto en realidad es un problema para el proceso porque una mamá que no puede moverse deja a su bebé nacer solo sin ayuda y muy alejado de la fisiología organizada para nuestros nacimientos. Me repito fielmente que ponerse la epidural no significa quedarse petrificada en la cama sin moverse, desconectada y simplemente esperar. Esto no significa que no se pueda descansar, cerrar los ojos a ratos, pero se necesita movimiento. Y ese movimiento se consigue especialmente cuando existe más movilidad. Por ello, si decides ponerte la epidural y encuentras el equilibrio perfecto (objetivo principal) muévete en la cama de lado a lado, siéntate, cambia a cuadrupedia, levántate y siéntate en la pelota o silla de partos y mueve tu cadera.
La analgesia epidural es continua y dura todo el tiempo que dure el proceso de nacimiento. No se gasta ni termina. Por ello, si sientes las piernas y tu cuerpo muy anestesiado, pídele a tu matrona que reduzca la dosis de epidural para que puedas sentir, moverte y sobre todo poder empujar a tu bebé cuando tu cuerpo así te lo comunique.
De otra manera, aumentarás la probabilidad de un nacimiento instrumentado o cesárea. Por ello, ponerse la epidural muy temprano tiene un impacto de la misma forma. Y, ¿Cuándo sería un buen momento? Al menos cuando el parto ha comenzado y eso según la Organización Mundial de la Salud, está establecido en 5 centímetros.
Y, es la epidural ¿inocua? No, no lo es y por ello debes firmar un consentimiento informado tras ser explicado. Hay varios efectos secundarios comunes como escalofríos, temblores y picores tras la administración de la medicación. También, la bajada de la tensión arterial tras su inicio y el uso de esa medicación anestésica. Esto puede provocar un descenso en el latido del bebé, que, si no se recupera y entramos tras una desaceleración de su latido en una bradicardia mantenida, la finalización de la gestación tiene un sentido protector. Se acabaría en ese momento inmediato con un nacimiento instrumentado, si fuese posible o lo más probable en una cesárea de urgencia post epidural.
El espacio epidural es un espacio virtual donde los anestesistas administran la medicación establecida. Distintos lugares y profesionales usan distintas medicaciones, dosis y concentraciones. Existe el riesgo de cruzar y pinchar una capa llamada duramadre. Esto puede provocar la suspensión de la epidural por la salida del líquido cefalorraquídeo fuera de su lugar original con un posible efecto rápido en cefaleas y molestias tanto en el proceso de parto como a posteriori en el puerperio.
Hay otros riesgos a largo plazo como el dolor en el punto de inserción, dolor de cabeza, etc… aunque menos comunes.
Las decisiones de si conseguir la epidural o no durante el proceso, considero que deben de ser reflexionadas, pensadas y tras su lectura oportuna. Encuentra otros métodos que también pueden ayudarte a vivir el proceso como tu deseas y quieres, decláralo a la persona que tendrá la suerte de acompañarte y escríbelo en tu plan de parto para que así podamos acompañarte las matronas de una manera más sencilla.
Gracias por ayudarnos a cuidarte mejor.
